¡Bienvenid@ a Flores Arrancadas!

Flores Arrancadas son poemas que nacen de dentro y que es preciso arrancar para poderlos entregar en un lugar como éste.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Latino


LATINO

 
Latino con piel de mar,

arena en el horizonte

y en el cielo azar.

Latino del nuestro mar,

sacaste las redes

repletas de sal.

Latino de verde mar,

pintabas tu sangre

en tiempos de paz.

Latino en altamar,

buscabas sirenas

quizás por soñar.

 

El mar, tu mar, latino,

sonando al vagar

el canto del sino,

un grito de olvido

que calla al pasar.

Amante mar, amigo,

en tu lecho de vino

mi voz dormirá

para siempre jamás.

viernes, 24 de agosto de 2012

Príncipes y Esclavos


PRÍNCIPES Y ESCLAVOS

 

Somos príncipes y esclavos,

somos rostros perfilados

en monedas de ocre acero.

La cara es todo aquello

a lo que ya fuimos llamados:

el amor, el son, el llanto

y la ternura del silencio.

Nuestra cruz es el convenio

de creer en los milagros

sin haberlos contemplado,

de adorar lo venidero

por creerlo más certero.

 

Somos príncipes y esclavos

sin futuro ni pasado,

esperando que este viento

gire tanto el ocre acero

que aterrice de ese lado

que nos hace más humanos,

o que gire el ocre acero

hasta el fin de nuestro tiempo

sobre el canto de mis sueños.

 

lunes, 20 de agosto de 2012

Todo lo que quiero


TODO LO QUE QUIERO



Quiero inventar más universos,

diseñar mares inmensos

a golpe de sueño y de cristal.

Quiero salir de cada cueva

donde el cielo se contempla

con ojos de certeza y de metal.

Quiero importar a mi entender

nubes de los genios que alabé

y escuchar sus alas al volar.

Quiero oír las frases una a una

y encontrar en ellas mi fortuna,

mi destino y nada más.

Quiero saber de lo imposible

cuanto queda tras morirme

o si queda solo paz.

Quiero querer lo que yo quiero

y hacer mejor lo venidero

disfrutando sin disfraz.

Querer tanto lo que quiero

que me sirva de consuelo

si quererlo es mi final.

viernes, 17 de agosto de 2012

Castigo y libertad


CASTIGO Y LIBERTAD



Castigar a quien no quiero

o esconder cada verdad

apilando culpa y sal

en la sangre de mi pecho.



Condenar a quien no quiero

o comerme mis entrañas

y purgar cada mañana

con ceniza los recuerdos.



Perdonar a quien no debo

o saldar los sentimientos

gritando a cielo abierto

las miserias y mi aliento.



Liberar a quien no debo

del cadáver que paseo

o batir en yermo duelo

su ignorancia y mi pellejo.



Castigo y libertad,

¿dónde duerme la respuesta?

El silencio es la condena

que he aprendido a soportar,

el olvido es la manera

de aprender a perdonar.