¡Bienvenid@ a Flores Arrancadas!

Flores Arrancadas son poemas que nacen de dentro y que es preciso arrancar para poderlos entregar en un lugar como éste.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Mi pequeño testamento


MI PEQUEÑO TESTAMENTO

 

Lo que tenga en este mundo

en el día en que yo muera

se lo dejo a quien lo quiera:

este cuerpo moribundo,

mi compendio de rarezas,

y el derecho a la tristeza

que robé de un vagabundo.

 

Lo que tenga en otro mundo

si la vida persevera

más allá de su frontera,

se lo dejo al oriundo

que enarbole la bandera

de mis versos y quimeras,

al converso más rotundo

de este lecho de escombreras,

al quijote de lo absurdo,

a mi alma más gemela.

 

Y al dejar el otro mundo

vuelva en brazos de Minerva

a esta roca marinera,

a este lado nauseabundo

de la muerte que me espera.

A llorarte compañera,

a llorar en tu sepulcro

a rozarte entre tinieblas,

a escuchar tu voz serena,

sin poder seguir tu rumbo.

 

Tú te fuiste, compañera,

a ese cielo de lo excelso

donde no llegan veredas

desde el alma que despliego,

desde el pecho que envenena

con olvidos el infierno.

Tú te fuiste, compañera,

y contigo mis excesos,

y con ellos mi cautela,

y con ella mi alma entera

servidora de tus huesos.

 

Así firma el testamento

este bardo en su condena,

así queda el juramento

y no merece más lamento

que un silencio en verso y pena.

 

Tú te fuiste, compañera,

y contigo fue mi aliento,

y con él este lamento

que es lamento de silencio

bendecido en verso y pena.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Haciéndote poesía


HACIÉNDOTE POESÍA

 

Retoza el cielo entre las líneas

que describe el aire de tu pelo.

Acallando los silencios,

componiendo melodías

de la eterna sinfonía

que musita el universo.

Retoza el cielo entre tu pelo.

 

Se posa el sol en tus pupilas

anhelando ser el faro

del más bello acantilado

donde el mar se precipita

con espuma de sonrisa

en tu boca de milagro.

Se posa el sol por ser tu faro.

 

Anida el viento en tus mejillas

por rozar todos los besos

que en tu piel se tornan versos

y en mis labios mediodía.

Anida el viento por ser brisa

que acaricie mis deseos.

Anida el viento por ser verso.

 

El cielo entre tu pelo

El sol en tus pupilas

El viento en tus mejillas

Y yo en tus besos

y tú en mis versos

haciéndote poesía.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Desahuciad@



DESAHUCIAD@

(Homenaje a Gabriel y Galán, El embargo)

 
Adelante Señor Juez,

pase usted a mi agujero,

pase usted

y que pasen todos ellos,

los carnívoros hambrientos,

sus esbirros y sedientos,

propietarios de mi techo.

Así rezan esos pliegos

de su mano, Señor Juez,

y sentencie cada rezo

al olvido de mi fe.

Adelante Señor Juez,

pase usted a mi tormento.

Pase usted

y que pasen todos esos

los serviles caballeros,

los guardianes de su celo.

Pase usted

y lleven todo lo que tengo:

las paredes, sus remiendos.

Llévense también

cada esquina y recoveco,

llévense lo que otro tiempo

fue el hogar que levanté.

 Llévense lo que no tengo

Señor Juez:

el futuro, la esperanza y el consuelo,

llévense hasta el alma mía,

las pisadas de este suelo

y del aire melodías.

Llévense mi propio cuerpo

del que solo quedan huesos,

llévense mis agonías.

Adelante Señor Juez,

dé usted fe de mis desvelos.

Pase usted

y no tenga ningún miedo,

pase usted

y que pasen todos ellos.

No respeten a los muertos,

a los muertos venideros.

 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Tierra firme (Canción)


TIERRA FIRME (Canción)
 

Dos ajenos al silencio

y un tropiezo por comienzo.

Arrebatos de dos almas

alejados de la calma.

Unas pocas bienvenidas

y un montón de despedidas,

sin mirarnos a la cara

nos pasamos a la cama.

Desechando noches tibias

por hacer los años días,

por hacer los años días.

 

Me dejaste caminando

siempre al borde de tus pasos,

mi brújula son tus huellas,

ya no miro a las estrellas.

Tú, la dueña de mi orilla,

yo el esclavo de este mar.

Tú, el destino que me esquiva

y yo no dejo de remar.

 

Nunca estuve en tierra firme,

soy la espuma de un mar triste,

soy el náufrago sin playa

desde el día en que te fuiste.

Nunca estuve en tierra firme,

soy guerrero sin batalla

que navega por agallas

y respira por despiste.

Nunca estuve en tierra firme,

soy el verso sin estrofa

que se pierde en la memoria.

Nunca estuve en tierra firme,

nunca conseguí la gloria

de atracar en tu mirada

y ahora me dejaré llevar

en esta eterna marejada

que es amar sin olvidar.

 

Me dejaste caminando

siempre al borde de tus pasos,

mi brújula son tus huellas,

ya no miro a las estrellas.

Tú, la dueña de mi orilla,

yo el esclavo de este mar.

Tú, el destino que me esquiva

y yo no dejo de remar.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Distintos, distantes


DISTINTOS, DISTANTES

 

Lo distinto, lo distante

nos hizo solos, pequeños,

hechos o más bien deshechos

de distancias insalvables,

de pulgadas al besar,

de millas al conversar,

de infinitos al amar.

 

Hechos o más bien deshechos

tan contrarios como opuestos.

 

Somos notas discordantes

en un lecho de silencios,

así marchan los inviernos

con la música a otra parte.

 

Somos versos discrepantes

de una lírica sin letra,

solo riman las ofensas

con los gestos asonantes.

 

Lo distinto, lo distante

Nos hizo solos, de hielo,

hechos o más bien deshechos

de sentires indomables,

de rabia y furia contenida,

de odio y saña  resistida

y en los dedos palpitante ira.

 

Hechos o más bien deshechos

tan contrarios como opuestos.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Tempestad


TEMPESTAD

 

Dibujando las entrañas de mi propio autorretrato

hallé trazos de un alma rescatados del naufragio.

Solitarios, navegando en los olvidos

por el mar de los errores y no pocos esplendores.

 

Recordando las mañanas de un pretérito inmediato,

despertando en amalgama de sudores y de abrazos,

sin horario, respirando eternidad,

no supimos divisar nuestra propia tempestad.

 

Recortando anocheceres nos amábamos en calma

y cada vez más breve, desprovistos de palabras,

nuestros besos nos callaban y con ellos los placeres

de escucharnos las miradas anegadas y silentes.

 

Y llegó la tempestad, la que nos duele,

la que no sabemos como viene, la que no se va,

la que arrasa sin mirar como sal sobre la nieve,

la que enrosca las entrañas en rencores y deviene

en floridas artimañas que ya nunca se detienen.

 

Y llegó la tempestad, la que nos daña,

la que clava su guadaña en aparente frialdad,

la que hiere sin hablar como hieren las migrañas

invasoras y calladas a mi forma de pensar.

La que olvida terminar, la que agarra.

 

Y se fue la tempestad, y yo me sigo dibujando.

y se fue la tempestad, y al momento de pasar

todo aquello se hace extraño

pues me sigo dibujando

entre noches recortadas

por silencios y por calmas

de otra nueva tempestad.

martes, 4 de diciembre de 2012

Nana de la libertad


NANA DE LA LIBERTAD

 

Suelta las manos que te lleven al andar

y cuando puedas

ve el primero donde quieras

y no pares al llegar,

ni de llegar.

Si donde llegas es tan solo una frontera

tu destino es traspasar, y contemplar,

y en seguida descubrir y tropezar para volar

al lugar donde se sueña

con distinta realidad.

 

Deja las cadenas que te aprieten al pensar

y cuando puedas

sé el primero que libera las ideas

en momentos de usar

y de probar.

Sé el primero que divise las quimeras

aquellas que por factibles quieran otros derribar.

Sé el primero que abandone la caverna,

que se vista de leyenda

y no se deje conquistar.

 

Siente solo aquello que te lleve a sentir más

y cuando quieras

ama aquello que te duela

olvidarlo más

que aprenderlo a amar.

Hallarás que amar es recompensa

que jamás olvidarás y querrás

amarlo más y a tu manera,

y a tu manera

 no querrás tenerlo que olvidar.

 

Y si el alma te pidiera descansar

no detengas tu carrera,

y si no quedaran más barreras

no te amoldes en trincheras

donde puedas esquivar.

Corre, piensa, siente y vuela,

que el final cuando viniera

solamente consiguiera

la piel que ya mudaste al despertar.

 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Despedidas



DESPEDIDAS

 
En la fecha terminal,

a la hora conclusiva,

cuando llega a su final

esta marcha trashumante por los pastos de la vida,

nada queda más acá

que expresarle a cada cual

su adecuada despedida.

Las que entonan afligidas, confidentes o marchitas,

despedidas consecuentes, simuladas o sentidas,

despedidas elocuentes o calladas despedidas.

Aquí van todas aquellas

las que yo quisiera dar,

con respeto algunas ellas,

y las más con ironía y un puntito de maldad.

 

Al enfermo prolongado con aquel predicamento:

“ya descansa bendecido por tan largo sufrimiento”.

Al enfermo repentino: “tal vez fuere su destino”.

Al enfermo reposado: “míralo, siguió soñando dormidito”.

Al enfermo acalorado: “lleve paz con su descanso”.

Al enfermo imaginario: “nadie esperaba este calvario”.

Al enfermo solitario, unos puntos suspensivos

compondrán su obituario.

Al enfermo en multitudes: “tantas eran sus virtudes

 y qué pronto han terminado”.

Al enfermo adolescente: “por qué Dios no fue clemente”

Y al enfermo centenario: “irá a un cielo de ilustrados”.

 
Al soldado disparado por morteros de otro bando,

alabanzas más sonoras cuantas más alto es el grado.  

Al soldado desconocido: “recordemos su destino

pues no habremos aprendido si seguimos por sus pasos”.

 

Al hambriento de este lado: “que no llegue yo a imitarlo”.

Al hambriento de otro lado: “yo pensé que era delgado”.

Al hambriento silencioso: “al fin halló digno reposo”.

Al hambriento escandaloso: “ya dejó de ser famoso”.

 

A los niños: “será un ángel en la gloria”,

A las madres: “¿quién los cuida a ellos ahora?”

Al soltero: “tuvo todo por delante”

Al casado: “dejó familia y dos amantes”

Al enviudado: “ella lo estará esperando”

A la viuda: “puede estar segura

que otra arriba habrá encontrado”.

Al amante: “un donjuán quedó vacante”.

A la amante: “se fue pura Dios mediante”.

Al amigo: “¿ahora quién me escuchará?”.

Al contrario: “se marchó un digno rival”.

 

Al suertudo: “Acabó su estrella en vida,

que no la lleve, que me sea concedida”.

Al gafe: “fue tu sino pues marchaste

un día trece que era martes”.

 Al curioso: “al fin resolverá

lo que existe más allá”.

Al orgulloso: “que allá encuentre la humildad

ante el Todopoderoso”.

Al cotilla: “pobrecitos los famosos

que lo sufran allá arriba”.

Al reservado: “No se nota que ha callado”.

Al vengativo: “con la muerte habrá revancha”.

Al obeso: “allí estará a sus anchas”.

Al delgado: “al cielo subirá flotando”.

 

Al político: ”que sea nuestro adiós

lo último que lleve de nos”.

Al político corrupto: “valga la reiteración”.

Al ladrón: “ganó la bolsa y perdió la vida”.

Al banquero: “ganó en la bolsa y arruinó mi vida

con usura y con esmero”.

Al modisto: “Dior lo guíe en su último desfile”.

Al artista: “en su última función

encontró nuestra ovación”.

Al sabio: “Solo supo que nada supo”.

Al necio: “se jactó de lo que supo

aunque nunca nada supo”.

 

Estas fueron despedidas

las que a tantos les daría,

mas espero que la mía

no me llegue todavía.

 

Y a quien quiera despedirme

solamente le diría

que callara en ese día

y que solo me recuerde

como un pasajero breve

de este barco vagabundo

que encalló en el otro mundo.